Los cheerleaders son personas llenas de vida. No se puede negar. Si alguna vez has estado en una competencia, sabes que hay sonrisas en las caras de todos.
A veces, nos preguntan: “¿Cuál es el secreto?”
Bueno… No podemos contarte el secreto porque no hay ningún secreto. En la forma en que lo vemos, la felicidad es una forma de acercarse al mundo y si comienzas con una mentalidad negativa, será difícil sentirte feliz. Ser optimista, por otro lado, te lleva al buen pie.
¡Aquí hay 7 maneras en que puedes comenzar a practicar ser más optimista (o animadora)!
- No te centres en la negatividad: Es probable que haya algunas desilusiones o estrés al enfrentar los desafíos y luchar por cosas nuevas. ¡Está bien! La dificultad de una tarea a menudo puede terminar siendo más gratificante. El truco es no permitir detenerse en los errores o fallas del pasado. De lo contrario, corres el riesgo de quedar atrapado en un espacio de mentalidad negativa y terminas dándote por vencido en lo que quieres lograr. En lugar de eso, retírate y concéntrate en la cantidad de progreso que has logrado.
- Visualiza un día feliz: Al salir cada mañana, tómate 30 segundos para sentarte y cerrar los ojos. Muchos de nosotros estamos tentados a pensar sobre todas las cosas molestas o atemorizantes que tenemos que hacer ese día. ¡No hagas eso! Intenta visualizar tu día de la manera que desees que sea. ¡Esta actividad simple puede mejorar tu estado de ánimo y transformar tu forma de pensar sobre ti y el día de trabajo por delante!
- Cambia lo que puedas: ¡las cosas pequeñas marcan la diferencia!: Todos conocemos nuestros propios malos hábitos o técnicas de postergación. Para algunos, se trata de personas que gastan su energía o son absorbidas por las redes sociales durante horas. Intenta elegir uno de esos hábitos y piensa en formas en que puedes detenerte cuando te encuentres haciéndolo. Hacerse 5 flexiones cada vez que pospone las tareas escolares por una hora es una forma simple pero efectiva de combatir un mal hábito mientras mejora su fortaleza física.
- Canaliza tu entrenador interno: Los estudios han demostrado que las afirmaciones pueden tener un gran impacto en su autoconfianza y perspectiva general. Así que silencia a tu crítico interno y canaliza tu entrenador interno. Tienes que decir una y otra vez que PUEDES hacer cualquier cosa que se le ocurra.
- Celebra tus logros, grandes y pequeños: Todo trabajo y nada de juego lo convierten en un mal día. Algunos días es posible que no hagas mucho o simplemente te sientas mal. ¡No hay necesidad de condenarse a sí mismo por eso! El hecho es que probablemente hiciste al menos una buena cosa ese día. Entonces, concédete un poco de reconocimiento. Celebra lo que has logrado. Encuentre una cosa para sentirse feliz acerca de cada día.
- Sé amable con tu cuerpo: El Hambre es un fenómeno real. No lo negaremos algunos atletas pueden ponerse malhumorados si se saltan una comida antes de practicar. E incluso si no vas a hacer nada físico ese día, el hambre puede hacerte sentir cansado y deprimido. ¡Puedes evitar eso comiendo! Ten algunos bocadillos a mano y disfruta de sabrosas comidas saludables para evitar que el mal humor se haga cargo de tu día.
- Tres, Dos, Uno: Nuestra sugerencia final es para aquellos días en los que nada parece ir bien y ninguno de nuestros consejos ha tenido éxito. Cuando experimentas una sobrecarga de pesimismo, es hora de esforzarte por ser más optimista y productivo. Saca una hoja de papel y un lápiz, y escribe 3 puntos fuertes que tienes, 2 personas que amas y 1 cosa que puedes hacer AHORA MISMO. Entonces, ¡hazlo! Al forzarte a escribir estas cosas, logras que tu mente se concentre en una sola tarea (en lugar de perderse en una deprimente corriente de pensamiento). Además, como las primeras 5 cosas que escribes son elementos positivos, puedes obtener un impulso instantáneo de optimismo. Luego, yendo a hacer algo inmediatamente después, podrás distraerte en un estado de ánimo más feliz.
¡El optimismo está totalmente dentro de tu alcance!
El estrés y la ansiedad pueden desgastar a cualquiera. No hay necesidad de castigarte cuando te sientes mal. Pero no te metas en tus propios sentimientos negativos. ¡Muévete y diviértete!